¿CON GI O SIN GI?

De antemano sé la polémica que va a causar este artículo. Y no es que tenga cientos de miles de seguidores (aún), pero habrá quienes se sientan ofendidísimos y la crítica será inevitable, la cual por cierto se respeta y es bienvenida. Y es que hace cerca de un año, a mediados del 2019 lanzé una pregunta similar al tema en Facebook en un grupo de artes marciales a nivel nacional, a manera de sensar la percepción contemporánea que en México se tiene sobre el uso del uniforme y vaya contraste de opiniones y vaya sorpresa que fue leer que hay gente que por una simple pregunta se ofende.

Para opinar del uso del kimono/ gi/ dobok/ keikogi/ dōgi/ keikoi/ kurtka… parto de lo siguiente:

DEL ORÍGEN DEL TÉRMINO Y AL CONCEPTO ACTUAL

Aunque la palabra kimono no es exactamente incorrecta, el kimono es considerado como una prenda tradicional japonesa (recordemos la influencia china desde el siglo V y hasta la fecha atravesando distintos periodos de la vasta historia de ese país). La palabra “kimono” significa literalmente una “cosa para usar” (ki proviene de kiru “usar o llevar puesto” y mono “cosa”). Esto generalmente se asocia con las túnicas coloridas tradicionales más comúnmente usadas por mujeres y niños en Japón, así como de la gente adulto mayor quienes acostumbraban vestir así hace mucho tiempo.

La palabra “gi” deriva de “keikogi”, que significa equipo de entrenamiento. Keiko significa “práctica” en japonés, mientras que gi significa “vestido” o “ropa” (similar al “ki” en kimono). Este es un término budō en el que la palabra “keiko” también puede ser reemplazada por la palabra “do” que significa camino, vía o sendero. Dogi es muy común en Japón, se usa para explicar tu ropa de entrenamiento. El “keiko” y el “do” también pueden ser reemplazados por el deporte / arte marcial en cuestión. Lo que significa que si la actividad (o tu camino en la vida, por así decirlo) en la que se usa el gi es por poner un ejemplo el jiu-jitsu brasileño, podría decirse “gi de jiu-jitsu brasileño”, ejemplo aparte tenemos al “gi de Aikido” o “Aikidōgi” o “Judogi”, etcétera.

Dejando a un lado el significado de uno u otro término y sus orígenes etimológicos, pasemos a hablar brevemente del gi moderno como lo conocemos. Se dice que dicho prototipo se originó a finales del Siglo XIX, desarrollado por el fundador del Judo, el sensei Kanō Jigorō , asimismo hay teorías sobre la inspiración que tuvo este sensei, siendo una el hecho de que se basara en el uniforme de los bomberos del Japón de aquella época. Ya para 1920  Kanō y sus alumnos utilizaban el gi para entrenamiento regular.

Asimismo, hasta la década de 1920, la práctica de karate de Okinawa generalmente se realizaba con ropa cotidiana. Dado el clima social entre los japoneses y los okinawenses durante este tiempo, el karate se consideraba brutal en comparación con las artes marciales japonesas que tenían sus raíces en la cultura samurai, como el jujutsu. Para ayudar a comercializar el karate a los japoneses, Gichin Funakoshi, el fundador del karate Shotokan y el instructor responsable de importar el karate a Japón continental, adoptó un estilo de uniforme similar al diseño de Kanō. Con el tiempo, los practicantes de Karate modificaron el keikogi para karate aligerando el tejido de la tela y agregando cuerdas al interior.

En inglés, el keikogi casi siempre se conoce simplemente como gi, que sería un uso incorrecto de la palabra en japonés, pero se entiende bien en contexto.

En ruso, polaco y francés, así como en español (al menos en Latinoamérica) este tipo de uniforme a menudo se llama kimono.

SOBRE LA EVOLUCIÓN DEL COMBATE Y EL RESPETO A LA TRADICIÓN

Siempre me he preguntado,  ¿realmente es útil hoy en día el usar un GI o es mera tradición y/o evadir al cambio? Se supone que las artes marciales, las disciplinas de combate y los deportes de contacto están en constante evolución debido a su naturaleza misma de buscar el crecimiento personal. Al menos eso es la esencia de su existir y su evidente leitmotiv; en el caso de las disciplinas donde se prioriza la defensa personal: eso y el salir librados en una situación donde nos toque defendernos. Y es que para probar una técnica en una situación real, debemos considerar hasta la misma vestimenta cotidiana, siendo que en el dojo o en la academia muchas veces solo se practica con el gi. No solo el ambiente es importante, no solo el tamaño del agresor, no solo el contexto que si es riña, que si es asalto, que si es con arma o cuerpo a cuerpo… la vestimenta debería tomarse siempre a consideración, eso es algo crucial que podría sumarse a la lista de elementos que distinguen a una disciplina de defensa personal con respecto al deporte de contacto.

Desafortunadamente y sin embargo hay disciplinas o debería decir practicantes de disciplinas que no se adaptan, no evolucionan y se quedan estancados. Muchas veces deciden seguir entrenando ciertas técnicas de manera cuadrada por mero respeto al arte marcial o por mera tradición o por rendir culto a su origen o simplemente se reestructuran mas para lucir (como el caso del Kung Fu y lo que le sucedio con el wushu y que si no fuera por la variante de Sanda estaría en el olvido) sin dar prioridad a su aplicación funcional contemporánea. No se malinterprete, si entrenas algo y te satisface y te hace crecer como persona: adelante.  

Sin embargo, podrás tenerle un profundo respeto y amor a la tradición, pero eso es aparte. Como dice el investigador en neurociencias Jürgen Klarić: “Las costumbres y tradiciones generan reglas, mismas que no necesariamente son ciertas ni correctas”. Eso es algo personal e intrínseco; hasta qué punto es sano cuestionar la disciplina, al maestro / sensei / instructor o hasta que punto se trata de un dogma. La respuesta es en si compleja e irónica ya que no se puede obtener una respuesta sensata sin primero recorrer parte del camino y entonces tener argumentos para juzgar desde adentro.

A decir verdad, en lo personal no le encuentro un motivo convincente en términos exclusivos de funcionalidad de combate y dejando lo demás a un lado pero sí creo que la evolución del combate va encaminada a dejar el gi a un lado. Algunas disciplinas ya lo hacen desde sus inicios -por la razón que sea (box, kickboxing, muay thai, mma). Que suceda a gran escala sin embargo.. hoy o mañana, no creo… esto es algo que tardará en permear… y perdón yo se que a muchos les pega de manera casi que personal, es muy respetable que les guste entrenar con gi. De hecho a mi juicio el gi realza la parte estética de la disciplina a practicar (dejando a un lado las demás cuestiones ya que eso lo comento mas adelante).

Adicionalmente también me he puesto a analizar esto: una persona que entrena en modo NO GI es mucho mas probable que pueda transicionar a modo GI, pero al revés dudo mucho que sea igual de fluido el aprendizaje. Alguien que siempre esté acostumbrado al uso de sus grips de collar o manga larga, en si de su uniforme, quizá se lleve una sorpresa el día que tenga que defenderse fuera de su entorno deportivo. OJO: no hablo de algo crítico para tener éxito en un combate, pero sí hablo de algo que puede ser una ligera ventaja / desventaja en nuestra preparación marcial. Por ello me declaro fan de gente que va mas allá de lo establecido, como en el caso del trabajo y estilo del master Eddie Bravo fundador de 10th Planet Jiujitsu, por poner un ejemplo.

¿QUÉ OPINA EL PÚBLICO EN MÉXICO?

En cuanto al uso del uniforme, a continuación enlisto los principales argumentos del público quienes piensan a favor del uso del Gi para entrenamiento con los que me he encontrado en redes sociales… de ninguna manera reflejan el groso de la población activa y del gremio en México pero finalmente es data útil:

1) DURABILIDAD: “Si hiciéramos entrenamiento con ropa cotidiana, ésta se rasgaría a la primera clase, por ello es necesario seguir usando el gi.”

2) SENTIDO DE PERTENENCIA: “Pienso que es de uso ritual, y a nivel psicológico ayuda para programar la mente a que está aprendiendo algo diferente a su actuar cotidiano, distinguiéndose como parte de un grupo particular… ¿podría cambiarse por algo más práctico? Sin duda, pero perdería parte de la mística marcial, como son los colores de un equipo de fútbol o las porras de un grupo político.”

3) FUNCIONALIDAD DE LAS TÉCNICAS: “En el caso del sambo, la kurtka es una herramienta para aprender a controlar, inmovilizar y desequilibrar.”

Y bueno, ¿cuál es en si mi argumento? Lo contestaré igual, basada en los mismos planteamientos:

1) DURABILIDAD: No necesariamente… la prueba está en que existen alternativas contemporáneas como las famosas “rashguards” tela creada con tecnología dry fit, etcétera donde no solo es cómoda, es higiénica y segura para entrenar (pero esto va ligado al punto número 3 y se explica mas adelante). Si bien nunca va a durar lo mismo que un gi, recordemos que en términos de la defensa personal, el enfoque es entrenar de la manera mas realista en cuanto a nuestra contemporaneidad.

2) SENTIDO DE PERTENENCIA: El sentido de pertenencia es importante, si, pero creemos que es mas importante entender que la meta de dominar una disciplina de combate o un arte marcial es precisamente hacer que lo que practiques se convierta en segunda naturaleza; es decir que lo domines tanto que lo incorpores a un nivel espontáneo (como lo explica el profesor Enrique Flores Tovar en los tres niveles de conocimiento siendo estos el primitivo, el técnico y el espontáneo). No consideramos como meta principal el distinguirnos a manera de un grupo particular. No hay lugar para el elitismo. La distinción es consecuencia de nuestro actuar y pensar; de nuestro buen entrenamiento; de nuestra calidad como artemarcialistas e individuos.  Siempre positivo y siempre sumando en todos los aspectos. Ayudando al que no sabe, compartiendo el conocimiento que uno posea. Como dice mi comandante y amigo Antonio Gallegos de Nivel 4 México: “ser y no parecer”.  Tal vez el único sentido de pertenencia contemporáneo pueda ser el logo y el nombre de la academia o empresa, a la cual se pertenece pero eso, es un conjunto de temas muy aparte: identidad coorporativa, branding, merchandising, etc.

3) FUNCIONALIDAD DE LAS TÉCNICAS: A mi juicio debería ser pensado también al revés: no solo adaptar una vestimenta a las técnicas de cierta disciplina sino mas bien que la disciplina busque resolver situaciones -a pesar de la vestimenta e independiente a la misma

 

CONCLUSIÓN PERSONAL

La realidad es que solo el tiempo dirá que es mejor para entrenamientos realistas que lleven como hilo conductor a la defensa personal. No para cultivar una tradición o tu espíritu o rendir honor a alguien o algo etc, etc… Hoy te pueden enjuiciar y criticar y tachar de loco, mas en una época donde todo ofende a todos… la palabra aquí es “polémica” y eso fue justo lo que causaron muchos de los grandes en su momento y creo que por ello no hay que enjuiciar a nadie. Hay que saber sin embargo, discernir. No se trata de cerrarse y dar por hecho que uno tiene la razón absoluta, por el contrario, considero que un buen practicante puede lograr resolver un problema en situación de crisis CON o SIN el uso de un gi presente. Mi lógica sin embargo me orilla a decir que en los cambios viene el crecimiento del conocimiento humano. Salir de la zona de confort no necesariamente es una falta de respeto a tus orígenes.

Si algo me gustaba de cómo empezó la UFC, fue que cada participante llevaba su vestimenta a su criterio. Quizá muchos practicantes actuales de las artes marciales tradicionales aborrezcan a dicha organización por quitarle la parte honorable al combate, o por lucrar con tener a dos seres humanos en una jaula peleándose… pero es bueno recordar que fue gracias a esto que se desenmascaró tanto mito de tantas disciplinas y a tanto charlatán. Fue así como en poco mas de 25 años se logró que las artes marciales y las disciplinas de combate evolucionaran a un ritmo más veloz de lo que jamás en la historia del hombre lo habían hecho, sin quitar mérito cada uno de los personajes importantes a lo largo de la historia.

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